Dejarlo todo e irse a vivir en autocaravanas y furgonetas, la nueva tendencia está maravillando a todo el mundo
Viajar, conocer nuevos lugares y culturas es un poco el sueño de todos. Sin embargo, debido a los compromisos laborales y familiares, son cada vez más las personas que se ven obligadas a renunciar a ello. Aquí está la nueva tendencia en boga.
Vivir en una autocaravana se ha convertido en una solución de moda no sólo para los que quieren viajar por el mundo, sino también para los que deciden vivir de forma barata y sencilla. He aquí las ventajas y las desventajas de vivir en una autocaravana o furgoneta.
En los últimos años, gracias a la innovación laboral, el avance del smartworking y una conciencia diferente de la vida por parte de las generaciones más jóvenes, la vida en una autocaravana o furgoneta se ha convertido en un verdadero objetivo vital. Aunque no es una elección fácil de tomar, vivir en una autocaravana aporta ventajas únicas que podrían cambiar la vida tanto de jóvenes como de mayores.
Este hábito puede parecer muy extraño a los ojos de los españoles, tradicionalmente más apegados a la familia, el trabajo y el hogar, pero es ampliamente conocido en el extranjero, tanto en Europa como en el resto del mundo.
La principal ventaja de este estilo de vida tiene que ver con la libertad. De hecho, tener una autocaravana o una furgoneta en la que vivir todos los días permite viajar, ser totalmente independiente y descubrir las bellezas del mundo, mientras se trabaja cómodamente en smartworking.
Ventajas y desventajas de vivir en autocaravana o furgoneta
Otra ventaja de la autocaravana tiene que ver con el factor económico. De hecho, los gastos de mantenimiento resultan ser mucho más bajos que los de una casa alquilada, y se evitan los gastos de suministros gracias al uso de paneles solares y generadores portátiles.
Vivir en una autocaravana también permite adoptar un estilo de vida más natural. De hecho, además de poder permanecer en plena naturaleza, también se puede disfrutar de la ausencia total de contaminación tanto acústica como lumínica, respirando el aire limpio de lugares alejados de la ciudad.
La principal desventaja de esta decisión, en cambio, se debe a la falta de espacio. De hecho, para poder desplazarse hay que renunciar a la comodidad de los metros cuadrados de las casas tradicionales y, sobre todo, hay que adaptarse a la poca agua disponible para ducharse y lavarse. Por último, hay que tener mucho cuidado con la seguridad no sólo del propio vehículo, sino también de los lugares que se visitan y de los aparcamientos que se eligen para pasar la noche, ya que vivir aislado puede llevar a alguna sorpresa desagradable.