Descubierta una nueva especie, parece sacada de una película: nunca se había visto
Se ha descubierto una nueva especie de insecto que nunca se había visto, un descubrimiento tan excepcional como extraño. Veámosla juntos.
Desde los años 90, con la llegada de películas como Parque Jurásico y los grandes clásicos de la fantasía como «El Señor de los Anillos», la conexión entre ciencia y cultura pop se ha vuelto muy estrecha, casi un juego mutuo de referencias. A los científicos les encanta citar los grandes clásicos de la fantasía y la ciencia ficción y, a su vez, los frikis sienten un intenso interés por la ciencia. Y, como en este caso, puede ocurrir que los dos elementos se mezclen, que uno influya (en broma) en el otro.
El Museo de Historia Natural de Londres ha afirmado haber descubierto una nueva especie y, en particular, un nuevo tipo de mariposa. El insecto se caracteriza por sus alas anaranjadas con manchas oscuras y tiene rasgos muy característicos.
En realidad, no es el único descubrimiento, ya que la revista Systematic Entomology informa de que se han identificado nueve géneros de mariposas que nunca se habían analizado; en este caso, a su vez, forma parte de los Eupticiina, conocidos por ser una de las subcategorías más complejas de mariposas.
Suelen encontrarse en las llanuras tropicales americanas, pero rara vez se han estudiado; además, al ser mariposas pequeñas y marrones, nunca habían despertado mucho interés. En efecto, es difícil distinguirlas, a nivel práctico, lo que inhibe su coleccionismo entre los aficionados.
La mariposa que recuerda al Señor de los Anillos
Volviendo a la mariposa en cuestión, ésta tiene unas manchas oscuras muy voluminosas en sus alas naranjas que no pueden dejar de recordar a uno de los villanos más emblemáticos de Tolkien, o sea, nada menos que el ojo de fuego de Sauron en la desolada tierra de Mordor. La mariposa, por tanto, ha sido rebautizada con el apropiado nombre de «Sauron».
De hecho, Tolkien escribe, describiendo a Sauron y según lo observado por los propios científicos y recogido por los periódicos internacionales, que «El ojo estaba bordeado de fuego, pero era en sí vidrioso, amarillo como el de un gato, vigilante e intencionado, y la negra hendidura de su pupila abierta en un pozo». Y, de hecho, como para confirmar el apodo inventado por los científicos, la mariposa, además de sus manchas oscuras, tiene otras blancas, siempre en la parte inferior. Justo como la pupila de un ojo.
La mariposa fue identificada gracias a la secuenciación genética; de hecho, esta especie, salvo por el detalle de las alas ribeteadas, es muy similar a otras encontradas en Suramérica, sobre todo por el color marrón general de las alas.